miércoles, 22 de septiembre de 2010
Una mujer sabe…
Una mujer sabe de escalofríos,
de noches silenciosas que arrugan el alma y vuelven de algodón las esquinas de una alcoba solitaria y húmeda.
Una mujer, sabe cuando debe de callar las caricias que se agolpan en las manos
y mientras, duerme los sentires , así, suavemente
cómo sabe una mujer.
Una mujer despierta en la noche y siente frío;
está sudando la piel, (añeja de memorias y olvidos)
pero siente el frío de quien conoce el destino de los sueños.
Una mujer, jamás dirá que ha soñado,
se limitará a sonreir y en esa sonrisa
tal vez, logre acompañar a la quimera del deseo cumplido y deje, al fin,
de acariciar mañanas solitarias y noches pueriles.
Una mujer no ignora cuando debe de permitir a los labios que derramen las palabras olvidadas.
Mientras,
-esa mujer-
seguirá muriendo
porque sabe que debe morir y no teme al cancerbero de la niebla que acuna los susurros de la nana de vida.
Pero no dirá nunca que está amando porque esa mujer conoce, los desencantos y el miedo del hombre;
del hombre que, se sabe enamorado de esa mujer.
Una Mujer sabe que debe esperar cuando ha visto la mirada.
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