miércoles, 27 de octubre de 2010
Tus promesas de amor
Donde están esas promesas
que me hiciste algún día,
se las llevaron los vientos,
junto con tus sentimientos
de amarme más cada día.
Que ya te compré un carro
para el día de tu cumpleaños,
lo adorné con grandes moños
de tu color preferido
y compensarte lo que has sufrido.
Pues no llegó a mi cochera,
guardado estuvo en la tuya,
con un gran moño azul
lo vi desde la entrada,
detrás de la enredadera.
Que pasearemos en yate
y contemplaremos la luna,
las estrellas, el vuelo de las gaviotas,
paseando por la laguna
y escuchando sus dulces notas.
Esas promesas donde están,
quedaron en el olvido,
por eso es mejor no hablar.
Tú formaste un nuevo nido
y me has hecho tanto llorar.
Que ya tengo los boletos
para ir a pasear a Paris,
a Italia y hasta Roma,
hoy solo me quedó tu aroma
y un arcón de sueños rotos.
El día que te retires
no estarás en el desamparo,
pues yo velaré por ti,
te daré siempre mi amparo
y mi mismo aire respires.
No hubo carro ni paseos
ni viajes al extranjero,
quedó en buenos deseos
entre tu y el mensajero,
con el que enviabas tus notas.
Me dejaste sin tus besos,
sin todos tus embelesos,
sin tus caricias soñadas
por tanto tiempo añoradas
y hoy solo vivo de recuerdos.
Algún día te darás cuenta
de todo lo que has perdido,
pues nadie te amará igual
y por todo lo sufrido,
me has hundido en el arrabal
y eso no tiene sentido.
Una palabra, una llamada, un detalle,
esas pequeñas cosas valen más que un gran regalo
y son suficientes para que el amor florezca,
para que el amor no muera,
dejaste morir el amor, dejaste morir a mi amor.
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