jueves, 2 de septiembre de 2010
En un mundo de ensueño
una imagen celestial,
la más linda de las hadas
se baña en el manantial.
Los sauces la contemplaban
sentada sobre la roca,
con sus cantos adornaban
el esplendor de sus ropas.
Sus cabellos finos hilos
de un brillo encantado,
y su mirada tan dulce
como un beso regalado.
Pero tras esta belleza
ella algo ocultaba,
su corazón no tenía
el amor que añoraba.
Sus lágrimas parecían
ser como finos cristales,
que por su cara caían
creando los manantiales.
Su amado se fue lejos
buscando a los dragones,
que con sus lenguas de fuego
azotan las poblaciones.
Muy triste ella se siente
porque el podría morir,
y si esto sucediera
ella no podría vivir.
Pero un día el cielo
brilló en su gran entorno,
pues su amado regresó
montando su unicornio.
Fundidos en un abrazo
y besos apasionados,
sintieron sus corazones
latiendo entrelazados.
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