jueves, 2 de septiembre de 2010
En los campos sin bordes
adonde cae la tarde,
en una brisa leve
cuando los pájaros
juntos vuelen,
más allá del horizonte:
Así sea nuestro amor.
Que bello es tu amor
dentro del corazón,
pues tú al mirarme
nunca eres
ni nocturna ni distante
sino acogedora
como en un remanso.
Y si algo hay
de noche en tu mirada
debe ser así
como de una noche amiga
cálida como en verano
sencilla como una espiga,
con tus grandes pupilas
no abriéndose a la nada
sino hacia el infinito
y con ese brillo del Señor
palpitando en las estrellas
así sea nuestro amor ..
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