No eres tú, sino el viento que me acaricia
cuando te pido que te quedes y me des el néctar de tu alegría,
cuando te pido que me ames y hagas de mí tu sonrisa
como en los días lluviosos cuando nuestros cuerpos se unían,
y de tu rostro una sonrisa de pudor surgía.
No eres tú, sino el viento que me acaricia
cuando camino por los ásperos montes agitados por el viento,
y espero de ti como la amada mía
como la amada que nunca llego a tiempo,
como la amada que nunca llego a ser de nuevo mía.
No eres tú, sino el viento que me acaricia
cuando espero por ti sin importar tu retraso,
como el perro que espera a su dueño
que después de ser pateado mueve la cola,
y espera lamer los pies a la quien ahora añora.
No eres tú, sino el viento que me acaricia,
el viento que con sus dulces caricias
hacen de ti un amargo recuerdo que nunca se olvida.
4 comentarios:
Precioso amiga, como siempre un gusto leerte.. besos de brujilla
Maravilloso amiga un poema lleno de sensivilidad y sentimiento,es un gustazo pasar a visitarte,por que leerte es disfrutar.
Besitos
Preciosa la comparación del viento con el anhelo de los recuerdos...
Enhorabuena por tus letras porque son increíbles...
Airamer
Toda la sensibilidad que puedas expresar está en este tierno y dulce poema, besitos
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