Había una vez un chico que paseando por el monte encontró una cueva increíble. En su interior había almacenadas toda clase de tesoros y piedras preciosas, y cuando lo vio, el chico no dudó en ocultar la entrada a aquel tesoro, y dedicó todo su tiempo a guardarlo.Desde aquel día, el chico aprovechó para ocultar en aquella cueva todas sus cosas de valor, y para evitar que los demás se enteraran de que era rico, abandonó su trabajo, su casa, y sus amigos. Vigilaba constantemente los alrededores de su cueva tratando de evitar que nadie entrara, y por miedo a los ladrones, hacía guardia todas las noches ante la puerta.Así, el chico estaba tan dedicado a su cueva que casi no comía ni bebía, y empezó a enfermar. Durante muchos días fue adelgazando y enfermando, perdiendo todas sus fuerzas, hasta estar a punto de morir.Y un día, cuando prácticamente no podía moverse, se dio cuenta de que había sido su avaricia quien le había llevado a ese extremo. Entonces comprendió que para nada le había servido guardar su tesoro, y decidió compartirlo con otros justo antes de morir. Cuando entró en la cueva para coger un buen puñado de aquellas riquezas, descubrió horrorizado que apenas quedaba nada. Tan sólo una pequeña esmeralda de brillo apagado. El chico la tomó y salió fuera dispuesto a regalársela al primero que pasara por allí. Al poco apareció por allí una mujer, que recibió la piedra con gran alegría, mientras el hombre le decía."-Te habría entregado muchos más tesoros, mujer, pero no sé dónde han ido y esto es lo único que me queda"- ¿Seguro que no hay nada más?- replicó la mujer.El chico negó con la cabeza y le señaló la cueva, en la que vió brillar algunas monedas doradas- Pues qué suerte, sí quedaba alguna más. Toma llévalas contigoLa mujer tomó la piedra y las monedas, y se fue. Al rato, apareció hombre que preguntó al chico qué hacía allí.- ¡Qué mala suerte! Justo hace un momento le he dado a una mujer las pocas riquezas que quedaban del fabuloso tesoro que custodiabaEl hombre preguntó:- ¿Seguro? Y cuando el chico le mostró la cueva, descubrió un cofre con joyas y unas bolsas de oro. EL chico no salía de su asombro, y en ese momento apareció la mujer otra vez , que ante sus ojos la mujer expezó a ilumnarse y de su espalda salieron unas grandes alas, era una hada y le explicó:¡Por fin! Por fin alguien libera el encantamiento de esta cueva. Mira, esta es la Cueva de los Mil Tesoros, y eres el primero que supera su gran prueba. Muchos han sido los que han dedicado su vida a esta cueva para terminar comprobando que no había ya nada...¿Y por qué ocurre esto? -dijo el chico, asombrado por todo lo que le estaba pasando- ¿por qué aparecen y desaparecen las joyas?Mira, esta cueva mágica tiene tantos tesoros como tenga tu corazón. Cuando alguien la descubre, se llena de los tesoros que trae consigo, pero cuando luego todos ponen el empeño en guardar las riquezas, su corazón se vacía de las cosas importantes para dejar hueco al dinero y a las joyas, y al final se queda vacío, como has visto tú mismo. La única forma de llenarlo es llenando el corazón con todas las cosas buenas, como has hecho al regalarme la última joya. ¿No te sentiste mejor al hacerlo? Eso era porque la cueva se estaba volviendo a llenar...Y aquel chico comprendió que era mejor compartir que guardar, y desde entonces se convirtió gracias a su cueva, en un gran hombre, noble y generoso, y siendo amigo de una hada. Autor Desconocido.
8 comentarios:
Hola Yesi, me encantan estos cuentos magicos con los que siempre aprendemos.
Besos.
Hola cielo...me ha encantado el cuento, porque la mayor riqueza habita en nuestro corazón y su capacidad de amar...muy bonito, besitossss desde mi luna....
bellisímo cuento
¡me encanto¡
besos
Bello cuento Yesy....cuanto me gustaban los cuentos cuando era una niña...mi abuela me los contaba....y yo disfrutaba....un abrazo amiga
Bueno he llegado, por fin, ya te he dejado unos cuantos comentarios en esas maravillosas imágenes que nos dejas, en las que mas me gustan, y las he destacado en el reader.
Del cuento de hoy también me ha gustado y es que todo lo que nos enseña las virtudes de las cuales hoy en día parece que se nos olvida, me encanta, empiezo a pensar que en la escuela tendría que enseñar a través de los cuentos, seria mas ameno y creo que mas productivo.
Un besazo
Me encantó tu cuento y todas tus fotos son bellísimas. La elección de los cuentos es genial.
Besitos
La generosidad tiene recompensa...
Un abrazo amiga.
Emilio.
Yo también atesoro mi amistad con un hada tan noble como tú, que se dedica a sembrar sus alas y sabiduría. Gracias Yesi querida por siempre inspirarme.
Mil besos.
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