domingo, 29 de agosto de 2010
Soledad, tristeza y noche. Tres palabras.
Y en ellas creí ver mi inspiración,
mas el tiempo fue pasando, y no pude
escribir algo sensato sin pasión.
Hoy descubro que a mis musas les faltaban
de los tres motivos tuyos, solo dos,
pues tus noches aunque locas fueron mías.
Hoy me diste la tristeza. Sola estoy.
La noche: Fue mi cómplice en las sombras
de impensadas locuras. ¿Sin amor?
¿O acaso fue la excusa que utiliza
cuando mata sin motivo el cazador?
La tristeza: Eterna y dulce de tus ojos.
¿Desamores, descontento, incomprensión?
Que en oscuro abismo de miradas
sacudieron mi dormido corazón.
La soledad: Infaltable compañera.
Es con ella mi futuro caminar.
A pesar de mil intentos, hoy a vuelto
a mi lado, adorada soledad.
Tres palabras te robe aquella noche
y hoy te ganas los cien años de perdón.
Porque luego de mi robo involuntario
te adueñaste sin permiso de mi amor.
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