domingo, 31 de enero de 2010
El hada del rosal
Dame unos labios rojos y carnosos..pidió la mariposa al Hada del Rosal..
Los deseo serenos y turbulentos como el mar.
Los quiero fatales , que obliguen a los hombres a naufragar
en sus mieles.
_ Te los daré..dijo el Hada con cierto pesar; pero después de ello
no volverás a volar, ni siquiera en sueño lo podrás hacer..
_ ¿ Para qué volar si no puedo besar ? Dame los labios y olvidate de mis alas,
creo que el precio sera justo.
_ Yo no creo que sea tan justo..advirtió el Hada.
Ese hombre no te merece. Deja de ser tan romántica. Para él, eres tan solo
un objeto de exhibición y contemplación.
_ ¡ Calla !, celosa..con furia dijo la mariposa.
_ Te pido unos labios, no un tratado inédito de amores platónicos.
Dices eso porque él no te contempla todas las mañanas en el rosal,
pero a mí, si me presta atención.
_ Ves, que es imposible hacerte cambiar de opinión
con resiganción afirmó el Hada..Cumpliré tu deseo.
A la mañana siguiente, el hombre se topó con la mariposa.
Realmente estaba maravillado, y no paraba de observarla con su gran lupa.
No podía creerlo.
Tenía que ser suya, no iba a permitir que fuera de otro.
Y la mariposa cayó en sus redes, sin oponer resistencia alguna
esperando poder besarlo.
Hora después, hacía parte de la colección entomológica de una respetada Universidad.
Y yacía con sus labios crispados aguardando el beso de un verdadero Amor..
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